martes, 13 de octubre de 2009

Salimo de allí,y nos dimos cuenta de que aún no había parado de llover.Por suerte,llebaba paragüas.Lo abrí y nos cubrimos los dos con el.Como era pequeño,nos juntamos,nos juntamos tanto hasta tal punto que sus labios casi se rozaban con los míos.Charlando de todo y nada a la vez, ibamos avanzando poco a poco,procurando que ese momento durara lo más posible,dilatando esa chispa de felicidad contenida durante tanto tiempo,absorviendo toda su esencia...Las gotas deslizandose por sus mejillas, su pelo alborotado, loss cachitos de cielo que eran sus ojos, su tono desafiante y a la vez divertido que tenía al hablarme... Todo.Estaba siendo un momento mágico.Él era mágico.
Aparte el paragüas y nos besamos mientras el agua calaba por los pocos lugares de nuestro cuerpo que estaban secos.
-Nos estamos empapando!-Le susurré
-Si tiene que llover para que tú me beses,por mí parte, el diluvio universal-Dijo,terminando la frase con un beso.Y siguió lloviendo por mucho tiempo más